sábado, 14 de febrero de 2009

12. Su música


Permítaseme hace una cita algo extensa de Louis Aguettant contenida en su trabajo “La músicade piano desde sus orígenes hasta Ravel”, pues supo discernir los rasgos de esta música, tan directamente evocadora de un país.
Grieg es el tipo especial de músico que se apoya en el folklore, no solamente musical, sino también poético. En él vemos que toda la vida familiar de Noruega vive en su imaginación... Su música está como embrujada por seres fantásticos
­que revolotean, giran o saltan, buenos y malos genios, elfos, trolls, enanos, gigantes, (hadas), y como marco para todo ello, la naturaleza noruega, con sus campos de nieve, sus profundos bosques de abetos, los fiordos con el mar a lo lejos... De todo ello se desprende una especie de poesía especial, tímida, friolera, de un frescor virginal y salvaje, una poesía a la vez íntima y visionaria, como la de los cuentos del danés Andersen...

...los ritmos son una veces fluidos y flexibles, prestándose al rubato y correspondiendo a la fantasía y al ensueño sentimental y otras son rudos y categóricos, tomados de las danzas populares como el springdan de tres tiempos, o el halling de dos... Las melodías son originales y su modo flota a veces entre el mayor y el menor; unas son ingenuamente diatónicas y otras están matizadas de cromatismo... La armonía se deriva claramente de estas melodías y es muy personal, atrevida, casi genial para su tiempo.

­La música de Grieg ha conocido una inmensa popularidad; ha sido interpretada en el mundo entero, en las más grandes salas de conciertos así como en los cafés y restaurantes. Con ocasión del cincuenta aniversario de su muerte, en 1957, los críticos afirmaban que el nombre de Grieg no cesaba de perder brillo en el firmamento de la música culta. El péndulo de la historia ha sido favorable al compositor. Numerosas obras de música romántica experimentan un renacimiento y las de Grieg están entre ellas, consideradas durante largo tiempo de poca importancia, hoy día son a menudo redescubiertas y restituidas en su valor por una nueva generación de músicos.

Muchos musicólogos han sacado a la luz la importancia de las últimas obras de Grieg sobre la influencia que ejerció sobre los impresionistas franceses para crear un nuevo universo sonoro. Cuando Maurice Ravel visita Oslo, en febrero de 1926, declara que:

La generación de compositores franceses a la que yo pertenezco se ha sentido fuertemente atraída por la música de Grieg. Ningún compositor me parece más cercano que Grieg, además de Debussy.

Béla Bartók que, en el siglo XX, busca renovar la escritura musical a partir de la música popular, también se ha inspirado en las adaptaciones para piano de Grieg realizadas a partir de aires folklóricos.

Concluyo diciendo que­ el ideal de Edvard Grieg fue crear una música nacional que confirmara la identidad del pueblo noruego y es por esto que ha servido de ejemplo a otros compositores.
Pero su obra, quizás sin pretenderlo, va más allá. Grieg ha sabido evocar los sentimientos y las ideas en las cuales el resto de la humanidad puede reconocerse, aquellas con las que se puede identificar.La fidelidad a su ideal hizo que su música trascendiese el ámbito nacionalista para ocupar finalmente un merecido lugar dentro de la música universal.